Cree que hay que matizar la importancia concedida a la biología a la hora de explicar la evolución sexual de los individuos. Hace hincapié en los efectos de la cultura, de la educación, y de la personalidad adulta para explicar cómo viven las diferentes sociedades esta evolución.
Los cambios psicológicos en la pubertad tienen una base cultural, y no tanto biológica.
Mostraba que a los valores culturales diversos corresponden modelos educativos diferentes y éstos últimos dan lugar a la formación de personalidades individuales de diversa orientación.
Margaret Mead está convencida de que los caracteres masculino y femenino vienen determinados más por la cultura que por predisposición natural.
Según sus teorías los papeles sociales del hombre y de la mujer y los temperamentos resultantes varían de acuerdo con la organización cultural de cada uno de los grupos. Sostiene que los diferentes valores de las diferentes culturas, acaban produciendo un carácter tipo en el que éstas se miran, un modelo que sirve de referencia para los miembros de esa sociedad.
(AA.VV. Diccionario de sociología Universidad Rey Juan Carlos. ESIC Editorial. Madrid. 2004)